Karolina Kurkova nace el 28 de febrero de 1984 en el pueblo de Decin, en la República Checa y es hija de un conocido jugador checo de baloncesto, aunque su infancia fue de lo más normal: cuidaba de sus hermanos pequeños y cocinaba.
Fué descubierta en junio del 2000 por Alessandro Banzonni, representante de la Agencia DNA y su ascenso en el mundo de la moda ha sido fulgurante.
En febrero del 2001 la editora de Vogue América, Anne Wintour, toma la decisión de convertirla en la modelo más jóven que protagoniza la portada de dicha revista, consiguiendo Karolina, en el año 2002, el Premio VH1/Vogue a la Mejor Modelo del Año 2002.
Ese mismo año, 2002, se inunda el casco antiguo de Praga e inmediatamente, Karolina se pone en contacto con el presidente checo, Václav Havel, para ofrecer una cuantiosa donación.
Tiene los mejores contratos de publicidad, desfila por pasarelas como Semana de la Alta Costura de París, Prêt a Porter de Milán, Nueva York y París… Y ha sido portada de las más importantes revistas.
Se la pelean firmas como Salvatore Ferragamo, Louis Vuitton, Valentino, La Perla, Calvin Klein, Yves Saint Laurent, Tommy Sport, Hugo Boss, por eso no es raro verla protagonizar más de una campaña publicitaria al mismo tiempo. De echo, el año pasada fue considerada por la consultora BBDO como la más lucrativa modelo del momento, con un valor de 43 millones de dólares.
Marc Jacobs ha dicho de ella: «es como un ángel que tiene un lado oscuro. Dulce y divertida, y al mismo tiempo una hija del diablo…«.
De carnosos labios, mirada hipnotizante e interminables piernas, esta chica se ha convertido en una de las reinas de la pasarela.