Hay días en que parece que llueve sobre mojado; algo paso en el trabajo, te enojaste con tu pareja, la familia solo te critica, tus amigas son felices y te lo restriegan en la cara, y, para colmo descubres que has subido un par de kilos por dejar de ir al gym o por que en tu refrigerador hay helado y en tus cajones galletas de chocolate y ves crecer un pequeño granito en tu barbilla.
Bueno tal vez esto no pase todo junto pero sin duda, si ha pasado que al menos te atormente al menos uno de los ejemplos anteriores. Pero tenemos una terapia infalible…Una terapia ancestral, que anima a cualquier mujer en casi cualquier circunstancia: Ir de compras.
Si, ir de compras. Claro que aveces nuestra economia no puede ser la mas perfecta pero siempre se encuantran soluciones; el solo hecho de comprar unos aretes, un collar, unos zapatos, un broche, una falda, o unas lindas pantis nos elevan el ánimo mágicamente. O si es el caso de que no quieres comprar ropa por la subida de peso, entonces comprar un libro o maquillaje o cualquier accesorio que resalte tus puntos fuertes y se disimulen los débiles.
Puedes elegir entre ir sola o acompañada. No importa. Solo necesitas olvidarte un poco de tus problemas y preocupaciones, despejar la mente, por que al relajarte vas encontrando nuevas soluciones a cosas que creias perdidas. No se necesita mucho dinero, aunque uno se muera por una prenda de diseñador, el chiste no es quedarnos en quiebra, pues entonces ya estariamos entrando a la adicción de las compras y ese es un mal mas que una terapia.
Otra solución es que tu recrees tu guardarropa, esto si no tienes o no quieres hacer gastos. Si sabes tejer, aprovecha para hacer una bufanda para este invierno o un gorro, si sabes coser, subele un poco a tu falda o si tienes unos zapatos aburridos consigue detalles y pegaselos…en fin que tu puedes hacer todo lo que se te ocurra. Es solo revisar las tendencias de moda y checar lo que mejor te queda, o por que no? ser audaz y reinventar tu imagen.
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