Es normal que nos guste comprar ropa, zapatos y demás complementos para nosotras, sobre todo si se está soltera o casada pero sin hijos. Cuando los peques llegan a nuestros hogares, sobre todo cuando son niñas, desde muy pequeñitas nos gusta comprarles detallitos que nos alegra y a ellas también.
Compramos joyas para nosotras, tanto de oro, plata o bisuteria, pero…¿y nuestras niñas?. Ellas empiezan a crecer y comienzan a fijarse en los mismos detalles que nosotras, nos damos cuenta entonces de que hay que buscar también cositas para ellas.
Las joyas para niñas son una monería, hay tantos colores y tantas formas que nos gustaría volver a ser niñas de nuevo.
Collares con colgantes de flores o mariposas, de llamativos colores.
Pulseras que le llenaran las manos de alegria, con materiales como la madera y con motivos de flores y animales.
Y lo que más piden (por experiencia como madre) son muchos anillos, cada uno diferente y también muy llamativos. En el mercado los hay muy baratos y bonitos, osea que pueden tener una buena colección.
En joyas para las niñas no hay límites, en cualquier rincón de nuestra tienda habitual habrá un lugar para esos graciosos objetos que nos llama la atención a nosotras tanto como a ellas.
